En el siglo XVIl se produjo en España un cambio que desemboco en un fuerte fervor religioso. En la sierra de Gudar, este
impulso espiritual se manifesto principalmente en la construcción de ermitas, que responden en su mayoría a una misma tipología arquitectónica. Respecto a las representaciones iconográficas marianas, a finales del siglo XVIl y durante el siglo XVIll se impuso
un modelo fijo. La Virgen de los Desamparados constituye un claro ejemplo de las imágenes de esa éроса
Nuestra Señora de los Desamparados se reviste de un manto muy engalanado y rígido que cubre por completo la imagen, dejando al descubierto sólo las manos y el rostro. Antiguamente, la Virgen reposaba sentada en un trono.
Sin embargo, las nuevas vestiduras largas y recias ofrecen una visión en pie de Maria. Su figura, siempre coronada, esta rodeada por una aureola divina, estrellada y de inmensa luminosidad. En un marco celestial, aparece sobre un pedestal, suspendida
sobre nubes blancas que sostienen los ángeles.
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